Hoy vuelo rumbo a la FILBO, la Feria del Libro de Bogotá (Colombia). Guardo muy buenos recuerdos de ella (es una de mis favoritas junto a la FIL de Guadalajara) y aguardo con impaciencia el momento de perderme en ese universo literario que instalan en Corferias.
La última vez que la visité fue como autor invitado, en 2019. Qué lejano resulta todo lo que hice antes de la pandemia y de mi enfermedad.
Por eso este viaje tiene algo de simbólico: poco a poco, mi vida va recuperando la normalidad completa. Y por eso, también, reviso con tanto entusiasmo mi agenda de actividades -encuentros presenciales y virtuales con lectores gracias a la editorial EDEBÉ y programación que se ha preparado desde el Colegio Reyes Católicos de Bogotá- durante los próximos días.
¡Nos vemos allá!